Descifrando la carta de vinos: 5 pasos para elegir el vino perfecto para ti
Dominar el arte de elegir un vino francés es más fácil de lo que imaginas. Sigue estos cinco pasos para poder enfrentarte a cualquier lista de vinos sin despeinarte.
Elegir un vino puede llegar a ser una auténtica hazaña, sobre todo si no conoces bien los productores, las regiones o las botellas que existen. Pero no te preocupes: encontrar el vino francés perfecto para ti es mucho más fácil de lo que imaginas. ¿No sabes por dónde empezar? Sigue los cinco pasos que te indicamos y serás capaz de hacer una elección idónea en menos de lo que canta un gallo.
Aprende lo básico
Necesitarías toda una vida para dominar cada detalle del mundo de los vinos franceses. Sin embargo, con aprender lo básico puedes llegar muy lejos. En primer lugar, recomendamos que te aprendas las principales regiones vinícolas de Francia, así como algunas de sus denominaciones. Conocer las regiones más importantes te permitirá entender mejor sus condiciones climáticas, lo que te será de gran ayuda más adelante. Por ejemplo, las regiones más frías, las del norte, son famosas por producir vinos más ácidos y ligeros, mientras que los del sur, con climas más cálidos, tienen más cuerpo.
Además, debes saber que las denominaciones de los vinos suelen estipular qué uvas se pueden cultivar en ellas. Por eso, es buena idea tener en mente qué denominaciones cultivan tus variedades favoritas. ¿Te encanta la sauvignon blanc? Quédate con Sancerre y Pouilly-Fumé. ¿Eres más de chardonnay? Pues Borgoña es una apuesta segura. En resumen, unas nociones elementales sobre las regiones francesas y las variedades de uva son una base sólida para enfrentarte a una carta de vinos.
¿Qué hay de comer?
Maridar el vino con comida (o sin comida) es algo que se debe tener en cuenta a la hora de elegir bien un vino francés. Si no estás comiendo nada, es mejor optar por una opción más ligera y con menos alcohol para garantizar una mejor experiencia. En cuanto al maridaje de vino y comida, fíjate en los platos que hay sobre la mesa. ¿Vas a pedir algo fresco y salado, como ostras, marisco o ensaladas? Lo que mejor le va son los vinos ácidos y ligeros. Concretamente, recomendamos probar los blancos de Alsacia, los rosados de la Provenza (o de cualquier región igual de emocionante, como el Languedoc o el valle del Loira) o adentrarse en el mundo de los espumosos franceses de diversas regiones. ¿Hoy hay platos de carne en el menu du jour? Entonces, escoge un tinto con más cuerpo del valle del Ródano, de Burdeos o del Languedoc.
Ten en cuenta los precios (y las alternativas más económicas)
Aunque Francia es famosa por producir los vinos más caros del mundo, también ofrece las alternativas más económicas de la industria (e igual de deliciosas). Si sabes que te gusta la pinot noir, puede que los vinos de los mejores crus de Borgoña no estén a tu alcance. Pero no te preocupes, porque también hay una pintor noir estupenda en las denominaciones regionales y en otras zonas del valle del Loira y de Alsacia. (Un truquito: el Beaujolais, justo al sur de Borgoña, es famoso por sus vinos brillantes y cítricos a base de gamay, y tiene alternativas excelentes para los vinos de sus vecinos del norte).
De la misma manera, la sauvignon blanc de Sancerre también suele ser algo cara. Prueba los vinos crujientes y cítricos de Turena, que son opciones igual de refrescantes por una fracción de su precio. Es el mismo caso el de los rosados de la Provenza, que también están subiendo de precio. Las alternativas más económicas de la región vecina, el Languedoc, tienen el mismo sabor afrutado y los mismos matices salinos del Mediterráneo, normalmente a un precio mucho más bajo.
¿Cuál es la moraleja? No todos los vinos franceses son caros y, por cada botella de lujo, hay una igual de deliciosa para todos los bolsillos esperando a que la descubran.
Consulta a los sumilleres
En caso de duda, acude a los expertos. Lo cierto es que, tras cada carta de vinos, hay un profesional amante del vino con un sinfín de información acerca de cada botella de la lista. Si aún no lo tienes claro, o si no te decides entre tantas opciones, consulta con un miembro del personal de sumilleres y pídele su opinión experta. Si le comentas cuáles son tus preferencias o, mucho mejor, lo que sueles beber en casa, ten por seguro que te recomendará el mejor vino para ti en un periquete.
En la variedad está el gusto
Aunque pedir tu favorito de toda la vida siempre es una apuesta segura, lo mejor de beber vinos franceses es descubrir nuevos y emocionantes sabores. Explorar regiones y productores que no conocías te aporta una imagen más completa del enorme mundo del vino francés. Además, nunca sabes cuándo vas a dar con tu nuevo vino favorito (y siempre se aprende algo por el camino). ¿Nuestro consejo? Lo más importante es mantener la curiosidad y la mente abierta, y, cuanto más pruebes, mejor.
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