Juegos Olímpicos 2024: así alimentarán los chefs franceses a los atletas

Este verano, atletas de todas partes del mundo llegarán a París para competir en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos 2024. En la capital francesa, los deportistas podrán disfrutar del confort de la Villa Olímpica, un espacio residencial diseñado para satisfacer todas sus necesidades, como dormir, socializar, entrenar, descansar y, por supuesto, comer.  

“Francia invitará al mundo a su mesa” 

Si hay algo que se les da de maravilla a los franceses es preparar y servir una buena comida. Por eso, no nos sorprende que se hayan tomado tan en serio la tarea de alimentar a los mejores atletas del mundo. El restaurante de la Villa Olímpica, apodado «el más grande del mundo» por su capacidad para 3500 personas, permanecerá abierto las 24 horas y servirá unas 40 000 comidas al día con la máxima cantidad de productos locales, orgánicos, de temporada y 100 % franceses. Así, «Francia invitará al mundo a su mesa», tal y como indica el jefe de catering del comité, Philipp Würz.  

Pero dar de comer a 15 000 atletas hambrientos no es tarea fácil. Para poder hacer frente a este reto, el comité organizador llamó a tres chefs franceses de renombre para diseñar un apetitoso menú adaptado a las necesidades nutricionales de los deportes de alto nivel y en el que destacasen la tradición y el savoir-faire del país. ¿Quieres conocerlos?   

Tres chefs que representan lo mejor de la gastronomía francesa  

Amandine Chaignot cultivó su fama trabajando en la alta cocina hasta que abrió su célebre café-bistró, Café de Luce, en 2021. La cocinera describe su estilo como una celebración de los platos reconfortantes y tradicionales.  

Pocos chefs podrían entender la relación entre la dieta y el rendimiento deportivo tan bien como el exjugador profesional de baloncesto, Alexandre Mazzia. Cuenta con tres estrellas Michelin y es famoso por atreverse con las especias y mezclar sabores atípicos. Afirmó que la clave de su trabajo es darle un toque «divertido, gourmet y saludable» al menú olímpico. En una entrevista con el periódico The Observer, compartió que «lo más emocionante de que los Juegos Olímpicos se celebren en París es [...] poder demostrar toda nuestra [destreza] y valores, como la gastronomía y la hospitalidad francesa, que me parecen muy importantes». 

El chef Akrame Benallal, nacido en Francia y criado en Argelia y poseedor de dos estrellas Michelin, es un cocinero «nómada» famoso por combinar los sabores y texturas descubiertos en sus viajes. Benallal, inspirado por el interés de la organización por la sostenibilidad, decidió crear sus platos en torno a las verduras. «Cuando hay que preparar 40 000 comidas al día, no quiero decepcionar a nadie. [...] Las verduras unen a todos por igual», declaró en el canal France 24. 

Ahora ya sabemos quién está a los fogones. Pero, ¿qué hay en el menú?  

El menú de los Juegos Olímpicos 

Cada día, los atletas podrán elegir entre un bufé de ensaladas, una sección de parrilla, un apartado de quesos y panadería, un bufé de comida caliente, un bufé de postres y todo tipo de frutas. Además, los chefs estarán presentes para ofrecer sus creaciones de autor. La de Benallal es una muslinoa: muesli crujiente de quinoa con yogur ahumado sin grasa, queso parmesano y hierbas frescas.  

Amandine Chaignot ha querido rendir homenaje al territorio francés. En France 24 señaló que «para mí, fue bastante obvio hacer un cruasán un poco diferente. Le puse puré de alcachofa, un huevo pochado, algo de trufa y un poco de queso [de cabra]».  

Por su parte, Alexandre Mazzia ha creado una receta con crema de garbanzos, guisantes, remolacha ahumada, «anillos olímpicos» de pan de lino y hierbas frescas.  

Compartiendo el savoir-faire francés  

Por si fuera poco, los atletas también podrán entrar en la cocina y aprender a preparar uno de las elaboraciones más emblemáticas de la gastronomía francesa: la baguette. Podrán asistir a talleres donde aprenderán a amasar, cortar y hornear sus propias baguettes.  

Siempre esperamos la llegada de los Juegos Olímpicos con gran emoción, pero aun más si se celebran frente a un paisaje francés. Solo tenemos un mensaje para los atletas: ¡buena suerte y bon appétit!