Exploramos el movimiento «NoLo»: un enfoque equilibrado del consumo de alcohol en el nuevo año

Por Vicki Denig

Descubrimos la tendencia en auge «NoLo» respecto al consumo de alcohol que plantea una alternativa flexible al «enero seco» o «Dry January». Te contamos sobre la sobre la producción, los beneficios y el impacto económico de las bebidas de nulo o bajo contenido alcohólico y cómo están modificando los hábitos de los consumidores de todo el mundo. 

NoLo alcohol

El comienzo de un nuevo año ha sido durante mucho tiempo sinónimo de un periodo de sobriedad temporal, llamado el «enero seco». No obstante, al igual que ocurre con otros muchos hábitos de los consumidores en torno al consumo del alcohol, la tendencia está evolucionando y ha dado pie al movimiento «NoLo» (bebidas con nulo o bajo contenido alcohólico), una solución intermedia y satisfactoria para aquellos que buscan equilibrar el consumo de alcohol tras una fiestas llenas de excesos. A diferencia del «enero seco», el movimiento «NoLo» plantea flexibilidad en el consumo a través de una infinidad de opciones inclusivas, aunque como siempre, conocer los entresijos del término es clave. Para dar comienzo al nuevo año, te desglosamos todo lo que necesitas saber sobre la tendencia «NoLo», entre otros, quién, por qué y el impacto económico que tiene.  

 

¿Qué significa «NoLo» y cuál es la diferencia entre «nulo» y «bajo»? 

 

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, los productos alcohólicos «NoLo» son «bebidas (como cerveza, licores, vino y cócteles) que normalmente contienen etanol como ingrediente, pero se producen de tal forma que el etanol se elimina por completo o se reduce de forma considerable». Este término global abarca las bebidas sin o con poca cantidad de alcohol, es decir, una gran variedad de productos están incluidos en esta amplia clasificación. Otros términos con los que se describen los productos «NoLo» son «zero» «free» y «light».  

 

No obstante, es importante indicar que los límites del alcohol en los productos no alcohólicos varía de un país a otro. Por ejemplo, las bebidas no alcohólicas en Estados Unidos y Alemania no pueden contener más de 0,5 % de alcohol por volumen (ABV, por sus siglas en inglés), mientras que el máximo permitido en España y Japón es el 1 %. Los límites más drásticos son los de Reino Unido, en el que las bebidas sin alcohol están limitadas a 0,05 % de alcohol por volumen.  

 

El caso de los productos con «bajo contenido alcohólico» es todo un poco más ambiguo. Por ejemplo, el término en Francia «vin à faible teneur en alcool» (vino con bajo contenido alcohólico) por lo general hace referencia a vinos con menos de un 11,5 % de ABV, mientras que el término «vin sans alcool» (vino sin alcohol) sigue directrices mucho más rígidas, menos del 0,1 % de alcohol por volumen para ser exactos.  

 

¿Quién sigue el movimiento «NoLo» y cuáles son los motivos para ello? 

 

Hay una infinidad de motivos por los que pasarse a las opciones «NoLo», aunque, por lo general, un mayor interés en la salud y el bienestar es la causa principal. Durante los últimos años, el movimiento «NoLo» ha sido principalmente impulsado por las nuevas generaciones, que muestran una mayor concienciación respecto a los efectos negativos del alcohol. No obstante, la gran mayoría de los consumidores que sienten curiosidad por el estilo de vida «NoLo» han adoptado una actitud equilibrada respecto a esta tendencia y se decantan por pasar periodos temporales de sobriedad o integrar opciones «NoLo» en sus hábitos normales de consumo para equilibrar la ingesta de alcohol.  

 

¿Cómo se hacen los vinos con nulo o bajo contenido alcohólico? 

 

Aunque actualmente existen muchísimas marcas «NoLo» en el mercado, ciertos productores pioneros llevan un tiempo allanando el camino con discreción. Entre ellos, están Mathilde Ollivier y Stéphane Cottenceau, que representan a la octava generación de vitivinicultores del Domaine de la Grenaudière, en el valle del Loira. Su cuvée Phénomène fue el primer vino 100 % desalcoholizado elaborado con melón de borgoña que se produce en la región y se lleva a cabo mediante destilación al vacío (consulta a continuación) para después dejarse envejecer seis meses en acero inoxidable. Otras marcas han seguido su ejemplo, como French Bloom, Pierre Chavin y Le Petit Béret. 

Existen varias formas de elaborar vinos «NoLo» cuya principal diferencia radica en si el contenido de alcohol es bajo o nulo. Los vinos no alcohólicos suelen producirse por lo general mediante un proceso de desalcoholización, que implica usar una técnica de destilación al vacío para eliminar el alcohol del producto final. En resumen, el vino se vinifica de forma normal y, después, se introduce en una cámara de presión al vacío, ya que la presión reducida de la cámara permite alcanzar puntos de ebullición más bajos. De esta forma, el vino se calienta suavemente y deja que el alcohol se evapore, condense y se separe del producto final no alcohólico.  

Los vinos con bajo contenido alcohólico, es decir, los que tienen menos del 11,5 %, se producen con diversos estilos a partir de numerosas variedades de uva y se elaboran de formas distintas. Por ejemplo, los pét-nats (vinos naturales ligeramente espumosos) suelen contener poco alcohol, ya que los restos de azúcar que quedan en la botella no se transforman por la levadura en alcohol. De forma similar, determinadas variedades de uva tienden a producir vinos con un contenido natural más bajo de alcohol debido a que tienen menos azúcar que otras variedades, por ejemplo la sauvignon blanc frente a la cabernet sauvignon. No obstante, este tipo de afirmaciones están repletas de excepciones, así que lo más recomendable es que compruebes la graduación alcohólica en la etiqueta del vino.  

 

Impacto económico en el sector vitivinicultor 

 

Aunque la categoría de bebidas «NoLo» está en alza en todo el mundo, el mayor crecimiento se ha detectado en Europa, Estados Unidos y Australia. En 2022, las opciones «NoLo» en el mercado aumentaron un 17 % en comparación con el año anterior y en Estados Unidos el incremento fue del 33 % ni más ni menos. Sin embargo, que las bebidas no tengan o tengan poco alcohol no implica que sean menos caras, tanto desde la perspectiva del consumidor como del productor.  

 

Desde el punto de vista de la producción, incorporar el paso de la destilación al vacío no solo supone tiempo adicional, sino un coste añadido para los vitivinicultores en cuanto al procedimiento y a la mano de obra. Asimismo, estos costes añadidos repercuten como es natural en el consumidor, ya que, a diferencia de lo que todo el mundo cree, los productos con nulo o bajo contenido alcohólico no son siempre más baratos que sus homólogos alcohólicos.  

 

Lo más importante es que el movimiento «NoLo» ha creado un entorno más inclusivo para los amantes del vino y los licores en todo el mundo que les permite disfrutar de sus placeres favoritos con moderación y da rienda suelta a la creatividad de los productores en su repertorio y, lo mejor de todo, llega, a su vez, a nuevos consumidores.  

 

¡Ya sigas la tendencia del «enero seco», la de «NoLo» o la que hayas seguido siempre en cuanto a vino y licores, la revista Taste France te desea un feliz y saludable comienzo del 2025! 

 

Colaborador

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