En la industria de la moda, las tendencias avanzan más rápido que un camarero parisino que lleva una sopa de cebolla caliente a la mesa. Sin embargo, hay una nueva tendencia que está causando furor en las pasarelas y los fogones: la improbable mezcla de moda y cocina francesa. Numerosos diseñadores y marcas han decidido inspirarse en las exquisiteces galas para sus creaciones.
En el mundo de la alta costura, un ejemplo no exento de polémica fue la colección «Champagne», de la prestigiosa firma Chanel. Para su creación, Karl Lagerfeld se inspiró en las burbujas doradas de este vino espumoso. Los tejidos de la colección brillan como las finas burbujas que suben a la superficie de una copa de champán. Un estilo elegante y sofisticado, a imagen de esta bebida de lujo.
Otra deliciosa alianza entre moda y cocina es la colaboración entre el chef Alain Ducasse, galardonado con tres estrellas Michelin, y la marca de prêt-à-porter de lujo Dior. Juntos, crearon una colección cápsula que rendía homenaje a los sabores e ingredientes de la cocina francesa. Los vestidos y complementos se adornaban con motivos de frutas, legumbres y hierbas, evocando las delicias degustadas en los restaurantes más prestigiosos de Francia.
En un registro gastronómico, Agnès B. ha lanzado su colección «La Gourmandise». Las prendas se inspiran en la repostería francesa, como los macarons, los éclairs y los cruasanes. Con sus coloridos motivos y sus delicadas texturas, ¡estas prendas están para coméselas! Pero cuidado, ¡porque el estilo puede resultarle indigesto!
¿Y qué decir de las joyas de Aurélie Bidermann, auténticos tesoros culinarios? Esta diseñadora ha creado una colección inspirada en los quesos franceses más famosos, como el Camembert, el queso azul o el queso de cabra, que ella transforma en piezas de joyería únicas. Imagínese luciendo en el cuello un colgante en forma de Camembert, ¡seguro que no deja indiferente a nadie!
Esta fusión de moda y cocina francesa es una oda a la cultura y las tradiciones del país galo, así como una forma de poner de relieve los productos regionales a los que Francia debe su prestigio. Por supuesto, no todos podemos permitirnos estas creaciones de alta costura, pero nada nos impide disfrutar de estos selectos manjares.
¿Qué producto sería la estrella de su nevera?