A medio camino entre tradición y modernidad, estos cuatro consejos son particularmente útiles para sublimar cremas, sopas y otros caldos.
Consejo n. º 1: gratinarla
Unas cuantas cebollas pochadas en mantequilla, mezcladas con un poco de harina, y luego cubiertas con agua, un caldo fragante, pero muy rústico. ¿El toque que marca la diferencia? Cubre cada cuenco con una buena rebanada de pan con comté curado y gratínalo en el grill. No hay mejor manera de transportarse a un café parisino por la noche, después de salir del teatro, para entrar en calor con la tradicional sopa de cebolla o cualquier otra sopa que elijas.
Consejo n. º 2: darle elegancia
O cómo, gracias a la invención de un chef francés afincado en Nueva York, la más banal de las combinaciones, el puerro y la patata, se convirtió en un símbolo de estatus. ¿Cuál es el secreto de la famosa vichyssoise? Una textura perfectamente aterciopelada añadiendo crème fraîche y, sobre todo, prepararla en frío, después de la cocción. Una idea que puede versionarse con todo tipo de verduras verdes como, por ejemplo, las espinacas y la albahaca.
Consejo n. º 3: hacer de ella un plato único
Cada región costera de Francia tiene su propia versión de una sopa de pescado, marisco o crustáceos que aprovecha la pesca. Desde la muy elegante bisque de langosta hasta la popular bullabesa de Marsella, pasando por una amplia variedad de cotriades atlánticas, los principios son los mismos. En primer lugar, elaborar un caldo sabroso, aprovechando al máximo los «desechos», como las cáscaras o las cabezas. En segundo lugar, no deben pasarse por alto los deliciosos acompañamientos, como los picatostes de ajo o la rouille casera, una especie de mayonesa roja picante.
Consejo n. º 4: cubrirla con hojaldre
El 25 de febrero de 1975, Paul Bocuse inventó la que pasará a la historia como «sopa V.G.E. ». Se preparó para el entonces presidente de la República Francesa, Valéry Giscard d'Estaing, en una cena para celebrar la concesión de la Legión de Honor al famoso chef. La receta de esta sopa especialmente lujosa, que contiene trufas negras y foie gras, se basa en guisarla bajo una corteza de hojaldre, que se rompe con una cuchara para degustarla. ¿Por qué no retomar este principio con una sopa picante con verduras de invierno cortadas en dados?
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