Los vinos naturales, “vinos muy diferentes que no se identifican con las modas”
Stefano Colombo tiene la humildad que da el saber sumado a la experiencia. Hombre muy formado, con mucho mundo, sensible, de mentalidad abierta y con una sencillez y una claridad que desconciertan.
Quizás por todo esto tiene una sensibilidad especial con los elaboradores de vinos naturales y su manera de entender los vinos, y busca darles soporte y una ventana donde mostrarse al mundo.
El Bar Brutal es el sitio de referencia indiscutido de los vinos naturales en Barcelona, con más de 1500 referencias y que cuenta con dos salas de guarda con más de 24.000 botellas.
Fundado hace más de 10 años por tres amigos (Stéfano Colombo, Joan Ramon Escoda y Joan Valencia), y después de pasar por una primera etapa brutal donde cada noche era un show que montaban clientes y el personal de sala… “ahora mismo hacemos una parte más didáctica”, me explica Stefano Colombo, propietario actual del Bar Brutal.
La propuesta inicial fue la de ofrecer vinos orgánicos y naturales, acompañada de una cocina con esencia de bistró para ofrecer productos de mercado cada día. “La filosofía del Bar Brutal es que todo sea natural como los vinos que vendemos, que sea todo lo más orgánico y de proximidad posible.
Y poder ofrecerlo de una manera democrática y desenfadada”, cuenta Stéfano. “Ya había unos locales, y había una tendencia al consumo de vino natural, pero donde iba gente ya culta en el vino, personas que podían notar esta diferencia. Para nosotros, poder explicar a las nuevas generaciones y la gente más joven la importancia de este fenómeno era algo muy importante”.
¿Y por qué se decidieron a trabajar con vinos naturales? “Fue una exigencia propia de poder estar al mismo nivel de cultura vinícola que había en París o en otras capitales europeas. Y que Barcelona no tenía en absoluto” me explica. Y lo lograron. Porque hoy el Brutal es referencia y punto de encuentro de los amantes de los vinos. Y especialmente de los que buscan iniciarse, probar o descubrir nuevos vinos naturales.
Un lugar que, como suele ocurrir, tiene mucho mayor reconocimiento en el exterior que dentro de España. En el Brutal es natural encontrar personas de diferentes países europeos atraídos por su gran variedad y su peculiar oferta, además de por su fama.
El vino natural, una técnica ancestral
Entonces, empecemos por el principio: ¿qué es un vino natural? “Un vino natural es uva fermentada y ya está”, define mi anfitrión, de manera simple y directa. “Es un vino que durante el proceso no se usan añadidos químicos en ninguna las fases de su elaboración”.
También hay espumosos naturales, que se conocen como ancestrales (por su método de elaboración) o pet nat, que es una abreviatura de pétillant naturel (traducido al español significa espumoso natural) “Un pet nat es un vino que tiene una fermentación espontánea (método ancestral) y no tiene intervención para que la fermentación suceda. No tiene agregado de elementos externos como azúcares o levaduras”. Es una fermentación que no solo transforma los azúcares del mosto en alcohol, sino que también genera carbónicos (burbujas).
Me explica que antes de la producción masiva de pesticidas y de productos químicos que vino después de la Segunda Guerra Mundial, el vino se hacía de otra manera, de una forma más agrícola y natural. Y que hoy “hay una necesidad por parte de todo el mundo de poder consumir productos que no estén tratados con productos químicos, y una propuesta más ecológica y más ambientalista”.
A los vinos naturales les ve dos claras ventajas. La primera es que al tener ningún añadido químico, sientan mejor en el cuerpo. La segunda es que el abanico en la variedad de sabores, colores, aromas y sensaciones que ofrecen es mucho más amplio que la propuesta de vinos más comerciales.
¿Moda o tendencia?
¿Si los vinos naturales son tendencia o son moda? “Bueno…eran moda antes de que llegáramos nosotros. Nosotros los pusimos un poco más de moda con el Brutal. Hace 5 años se decía que la moda ya iba a acabar, ahora ya han pasado diez años y siguen de moda… entonces, cuando ya pasa una época de moda, creo que ya es una realidad, no es una moda”.
Los vinos naturales nunca se han dejado de producir en todos estos años. “Siempre han estado siempre han estado por todas partes, pero Francia seguramente es la capital de productores y de dar la cara de esta gente en el mundo”
¿Y qué tienen de especial los elaboradores franceses que destacan tanto? “Lo que más me gusta de los productores franceses es el orgullo que tienen de su propio método”, me explica. Para Stéfano los elaboradores franceses aportan un orgullo y una capacidad de elaboración que es único en el mundo, con una capacidad de defender sus propios principios que es única. “Tienen mucha personalidad, y yo diría que casi cada uno tiene una regulación muy empírica de constancia, de poderlo hacer y ver sus resultados. Y que nadie tiene miedo a la rusticidad, a la autenticidad, a la personalidad de su propio resultado. Hay vinos muy diferentes que no se identifican con las modas”.
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