4 licores franceses fundamentales y cómo utilizarlos para cocinar

Por todos es sabido que a los franceses les gusta disfrutar de una buena copa, ¿pero tenías idea de que, además de beberse sus licores, también los emplean para otros menesteres? Desde hace tiempo, los chefs franceses saben que utilizar el alcohol en la cocina es una gran forma de darle vida a los platos al potenciar su sabor e intensificar sus aromas, ¡algo a lo que todos los cocineros amateur aspiramos en casa!  

¿Cómo utilizan los franceses el licor para cocinar?   

Si echas un vistazo a un libro tradicional de cocina francesa, seguro que te topas con más recetas que lleven un poquito de alegría que las que no. Ya sea para aderezar terrinas y patés, dar sabor a estofados cocidos a fuego lento y guisos con alma, o para flambear recetas dulces y sabrosas, los licores franceses del tipo pastís, chartreuse y  armañac dotan a los platos de un gran sabor. En la mayoría de los casos además, ¡solo necesitas un pequeño chorrito para obtener grandes resultados!  

Coñac

El coñac es un tipo de brandi que recibe su nombre de la histórica ciudad de Cognac, donde se fabrica. Se elabora a través de la doble destilación: primero en un alambique de olla de cobre y después reposa al menos dos años en una barrica de roble. Aunque su sabor puede ser distinto, prácticamente todos los coñacs tienen aroma afrutado, avainillado y amaderado.  

👨‍🍳 Para probar en casa: Los langostinos flambeados con coñac son un plato muy sencillo de preparar pero muy resultón para el que hay que saltear unos langostinos grandes con mantequilla, ajo y perejil antes de flambearlos en una sartén con un chorro de coñac para que salga una gran llama.  

Armañac

El primer brandi francés y primo pequeño del coñac, el armañac se elabora en la región de Armagnac, en el sudoeste de Francia. Se elabora a través de una única destilación, por lo que presenta una menor graduación pero un sabor más intenso y se suele envejecer durante unos 10 años en barricas de roble negro de gascón.  

👨‍🍳 Try it at home: Las notas afrutadas y especiadas del armañac lo hacen la opción perfecta para postres como este crumble de manzana del Limousin y armañac. Las rodajas de manzana se empapan en una mezcla de azúcar moreno, vainilla y armañac y después se colocan sobre un hojaldre de los que venden preparados, se hornea y se sirve caliente. Para acompañarlo, queda genial un café para complementar los aromas amaderados y tostados del licor.  

Calvados  

El calvados es un tipo de brandi que se elabora con manzanas de la región de Normandía, situada en el norte de Francia. Este licor se envejece al menos dos años en barricas de roble francés, aunque algunos lo hacen durante mucho más tiempo. Los calvados más jóvenes ofrecen un fresco sabor a manzana que funciona muy bien en cócteles, mientras que los más viejos (de al menos 15 años) presentan un sabor más profundo y especiado que marida muy bien con la carne.  

👨‍🍳 Try it at home: La próxima vez que vayas a preparar un pollo asado para un domingo, prepara una mezcla a partes iguales de calvados, caldo de pollo y azúcar moreno, deja que reduzca hasta que se convierta en una especie de sirope y después aplícalo con un cepillo por toda la superficie del pollo.  

Ron (Rhum Agricole)  

El ron francés se llama «Rhum Agricole» (ron agrícola), que consiste en un ron concreto que se elabora a partir de la fermentación y destilación de la caña de azúcar fresca (en lugar de la tradicional melaza). Se envejece en barriles de roble tres años, durante los cuales desarrolla su color y sus distintivos aromas florales y afrutados.  

👨‍🍳 Try it at home: El ron agrícola combina especialmente bien con postres frescos y ligeros como el babá al ron. Se empapa un sencillo bizcocho savarin con almíbar de ron blanco, después se cubre con nata montada y la fruta fresca que prefieras (este postre resalta los sabores ácidos y alegres de las frutas tropicales en especial).  

Ahora que ya lo sabes todo sobre los licores franceses y cómo utilizarlos, lo único que nos queda es ir a la cocina, ponernos a hacer experimentos y, lo más importante, ¡probar el resultado!