¿De Borgoña? ¡Ante todo, de Mâconnais!

En Francia y en el extranjero, un sinfín de bodegas y restaurantes que se suman a la tendencia de los vinos biodinámicos y naturales alaban sus vinos. Nada más apearnos del tren de alta velocidad en la estación de Mâcon-Loché, ya nos encontramos empujando la puerta de la finca de Céline y Laurent Tripoz, situada a dos o tres kilómetros de allí, a la entrada del pueblo de Loché. En el camino, los peñones de Solutré y Vergisson, en la cima de los espectaculares barrancos que dominan la zona, nos dejan sin palabras.  

Una finca ejemplar 

Al principio de su vida como viticultor, Laurent no vinificaba la uva, sino que las vendía a la bodega cooperativa... Poco convencido de este sistema, lo abandonó rápidamente para producir sus primeros vinos en 1990 con los medios de los que disponía entonces. Treinta cosechas después, su terreno abarca 14 hectáreas de viñedos cultivados de forma ecológica y biodinámica desde principios de los años 2000, en una época en la que estas prácticas eran todavía poco comunes. El viñedo se trabaja de manera formidable, a costa de una viticultura muy rigurosa, orientada a la búsqueda del equilibrio natural y al respeto del suelo, de la vid y de la uva. En su finca se cultiva la uva chardonnay y la aligoté para los blancos, y la pinot noir y la gamay para los tintos. Con esta paleta, Céline y Laurent Tripoz «dibujan» un pequeño número de caldos de una precisión y pureza impresionantes, tintos y blancos y vinos espumosos deliciosos.

Un Borgoña accesible 

Cuando se habla de Borgoña, vienen a la mente algunos nombres míticos: Gevrey-Chambertin, Romanée-Conti, Clos-de-Vougeot, Chambolle-Musigny, Chassagne-Montrachet, Meursault, etc. Todos ellos se refieren a propiedades o denominaciones de prestigio de la Côte de Nuits y la Côte de Beaune. ¡Otro mundo! ¿Significa esto que existen distintas Borgoñas? ¿La de los viñedos ultraconocidos en todo el mundo y la de los terruños algo desconocidos como los de Vézelay o, en menor medida, Mâconnais? Sin duda. «En Mâconnais, en el extremo sur de Borgoña, permanecemos arrinconados entre la famosísima Côte d’Or y Beaujolais, que está menos reconocido», explica Céline Tripoz. La prueba es que sus vinos se venden a precios accesibles para el bebedor de vino medio que, por otra parte, nunca podrá comprar una botella de un Borgoña de alta gama. ¿Está justificada tal diferencia de reputación y precio? Es difícil decirlo y no se trata de poner en duda el potencial de los grandes terruños de Côte de Nuits y Côte de Beaune. Dicho esto, la verdad es que el trabajo se hace en cada finca. Desde este punto de vista, las cosas parecen estar cambiando: «Las prácticas están evolucionando hacia una mayor ecología en un sentido más amplio», explican Céline y Laurent sobre su región. «En la actualidad, seguimos viendo mucha más hierba en el viñedo que hace diez años». Asimismo, con la actual delimitación de ciertos terruños como «premier cru», el Mâconnais parece estar perfilándose como un viñedo de gran potencial. El tiempo dirá. 

La selección de Taste France Magazine 

Bourgogne Aligoté – «Limone» 2019 
La aligoté, una variedad de uva considerada «ordinaria», tiene sin embargo mucho que decir cuando se trabaja con delicadeza. Esta es deliciosa. Destacan sus aromas con finas notas cítricas. En el paladar, es fresco, preciso, bastante largo.  

Crémant de Bourgogne - Crémant Prestige 
El crémant es una de las especialidades de los Tripoz. Un crémant sin azúcar añadido que permite una expresión clara y elegante de la chardonnay y del terruño. Sus finísimas burbujas y una notable longitud hacen el resto. 

Bourgogne rouge – «Chant de la Tour» 2019 
¿Llevar a la pinot noir a una madurez elevada y a unas extracciones marcadas? Sería jugar en contra de su delicadeza intrínseca. Los Tripoz lo han entendido perfectamente y han elaborado un vino elegante y delicado, con una fruta fresca muy agradable.