La baguette francesa en la cultura pop

Es sencillamente imposible pensar en el estilo de vida de Francia sin imaginarse al típico francés saliendo de la «boulangerie» (panadería) de su barrio con una baguette bajo el brazo. A fin de cuentas, este sabroso pan con su característica corteza crujiente y su esponjosa miga se ha convertido en el símbolo de Francia y en un alimento básico de la dieta francesa.  

Como todo el mundo sabe, los franceses aman todos los tipos de pan, pero la baguette ocupa un lugar especial en sus corazones y en la mesa. Ya sea tostado y untado con mantequilla y mermelada para el desayuno o servido en una cesta durante el almuerzo, esta delicia culinaria acompaña cualquier comida. De hecho, el Observatorio del Pan de Francia estima que se consumen ni más ni menos que unas 320 baguettes por segundo. Corresponde a un promedio de media baguette por persona al día y unas 10 000 millones de baguettes al año.  

La historia de la baguette en Francia 

Ahora que sabemos cuánto adoran los franceses la baguette, vamos a aprender algo de su importancia cultural. Aunque nadie sabe a ciencia y a cierta quién inventó la baguette, la idea más extendida es que fue el panadero austriaco August Zang, el mismo hombre que inventó el croissant (¡un genio!). Su introducción del primer horno de vapor en París permitió cocer barras de pan que tuvieran una corteza gruesa, pero que, al morderlas, resultaran esponjas y, aun así, ligeras.  

Más tarde, en 1993, el gobierno francés aprobó el Décret Pain (el decreto del pan), que aplicaba normas estrictas en cómo debía hacerse el pan, lo que incluía la restricción de utilizar masa precocinada para elaborar las tradicionales baguettes. Después, en 2022, la UNESCO declaró a la popular baguette patrimonio cultural inmaterial de la humanidad.  

A lo largo de los años, la baguette se ha convertido en un emblema del sabor francés y en una inspiración para artistas, lo que la han hecho aparecer en los lugares menos pensados de la cultura pop.  

La baguette francesa en la cultura pop  

La panadera y artista japonesa Yukiko Morita ha adquirido una gran fama en el mundo del arte y el diseño por sus pampshades: lámparas únicas y extravagantes hechas con sobras de pan de verdad (en especial, croissants y baguettes), que se vacían y se preservan antes de introducir en su interior las luces LED.  

En el mundo de la moda, la marca de menaje y estilo de vida Gohar World ha enaltecido el modesto bolso tipo baguette mediante la creación de versiones de satén engalanadas y cosidas a mano por la propia abuela del fundador de la marca.  

A propósito de los bolsos tipo baguette, ¿sabías que el emblemático bolso baguette de Fendi se inspiró directamente en la forma en que las mujeres parisinas llevaban las baguettes bajo el brazo?  

¿Y qué amante del buen comer podría olvidar la  icónica escena de la baguette en la película de Pixar Ratatouille, cuando dos chefs franceses hablan de que para distinguir el pan bueno no hay que mirarlo, sino escuchar la sinfonía crujiente de su corteza? ¡Es sin duda música para los oídos!  

¿Cómo catar la baguette francesa? 

Por supuesto, no debemos olvidar que, por encima de todo, la finalidad de la baguette es su consumo. En primer lugar, para encontrar la mejor baguette, busca un obrador tradicional que trabaje a la antigua usanza y con los mejores ingredientes. La baguette debería tener una corteza marrón dorada que cruja cuando la aprietas ligeramente.  

Y si quieres ideas sobre cómo comerla, un bocadillo de pulled porked o una tabla de quesos y embutidos a la francesa son algunas de nuestras formas favoritas de ensalzar la sencilla, pero deliciosa y absolutamente esencial baguette. 

Se trata de una receta que se ha ido copiando por todo el mundo, pero que, rara vez, se hace con tanta técnica y sabor como la auténtica baguette procedente de Francia.