El BiB: urbano y a la última

Léa y Hugo son dos jóvenes treintañeros a los que les gusta invitar a sus amigos para disfrutar de algo para beber y comer. Suelen organizar reuniones en su casa, cerca del centro. También les gusta organizar pícnics con sus amigos en la costa o en la montaña. Todas las salidas gastronómicas de la pareja se acompañan de una amplia variedad de vinos de gran calidad. La solución de Hugo es el Bag-in-Box®, mientras que Léa utiliza una bolsa de vino tan suave y ligera como un vestido estival. En cualquier caso, están de acuerdo. Una cosa es segura: optar por el vino en bolsa o en caja facilita la compra a estos jóvenes urbanitas.  

Comparten algunos consejos con nosotros. La pareja compra una variedad de tamaños, que van desde 1,5 litros hasta 3, 5, 10 o 20 litros. Léa señala que «las bolsas pequeñas llevan un asa incorporada para que puedas llevarlas como un bolso, lo que es realmente cómodo». Con este tipo de vino a mano, organizar una salida con clase es pan comido. 

 Hugo insiste en la practicidad del vino en caja, ya que nunca hay que preocuparse de que se rompa. Estos treintañeros ya no temen el final de la velada. «Una vez abierto, el vino se conserva durante más tiempo. No tienes que terminar la botella y puedes elegir beber con moderación». Ahora que el BiB está dejando de ser un tabú, despierta la curiosidad. La mayoría de los envases Bag-in-Box® se fabrican para vinos con indicación geográfica. Mientras que las tiendas de barrio y las grandes cadenas de supermercados tienden a almacenar productos de fabricación francesa, los propietarios de las tiendas de vinos optan por vinos de terruños específicos, entre ellas las variedades con DOP e IGP, del sudeste y del sudoeste de Francia. Las amigas de Léa, que prefieren vinos más agradables, adoran el merlot, el chardonnay, el sauvignon blanc y el cabernet sauvignon. A Hugo le encanta buscar vinos ecológicos en caja cada vez que encuentra una tienda especializada en vinos «de domaines». 

La pareja está convencida de que el vino en bolsa y en caja ofrece a los jóvenes urbanitas la mejor relación calidad-precio. Esta opción de moda también les permite explorar una amplia gama de vinos, aunque hay menos vinos blancos que tintos y rosados.