Los días con clima agradable para disfrutar de una tarde bajo la sombra de los árboles, ya están aquí. Con canasta y mantel en mano, el plan incluye disfrutar de un delicioso pícnic con sabor a Francia. Quesos y charcutería son los invitados que no pueden faltar para recibir la primavera.
¿Qué llevar en la canasta para el pícnic con sabor a Francia?
¿Sabías que Francia es el país con mayor diversidad de quesos? Su tradición en la creación de este alimento data de la Edad Media, las recetas y tipos de preparación han superado la barrera del tiempo. En cada bocado homenajean su territorio y tradición. Francia comparte con el mundo sus quesos suaves con sabores frescos y untuosos, pero también opciones más audaces e intensas.
Para no quedarse con hambre, se recomienda una selección de embutidos que potencien el sabor de los quesos. Estas opciones aportan saciedad y guardan la maestría de la charcutería francesa. Los embutidos son una excelente opción para llevar a los pícnics, sobre todo en primavera, son fáciles de transportar, además la grasa que contienen casi se funde a temperatura ambiente y ello les aporta untuosidad. La combinación de quesos y charcutería francesa ofrece múltiples combinaciones de sabor.
No hay que olvidar los acompañantes que ayudarán a mejorar la experiencia. Entre ellos se incluyen: fruta, miel, mermelada, salsas, frutos secos, pan y galletas.
Queso francés para llevar al pícnic
Chèvre (queso de cabra): Fresco y ligeramente ácido. El vibrante chèvre es imprescindible en cualquier pícnic. Generalmente se vende en porciones pequeñas de forma cilíndrica y basta con cortar una porción para llevarlo con facilidad. Se puede untar sobre una galleta o un pan. Si se acompaña con fruta fresca, mermelada o miel, ofrece un bocado que querrás probar de nuevo.
Camembert: El francés por excelencia, que remite a las campiñas, es cremoso y sofisticado. Su corteza semiblanda ofrece un extra porque su interior es como mantequilla. Ideal para servirse con frutos rojos o con un pan con tomate y aceitunas.
Su creación se remonta a 1791, en un pueblo cercano a Camembert, la granjera Marie Harel lo cocinó por primera vez, de ahí toma su nombre. Su sabor evoca leche, avellanas y un ligero sabor a setas. Es un bocado de la campiña francesa.
Mimolette: Con su distintivo color naranja y sabor a nuez, se puede llevar ya cortado para picar. Su color se debe a que durante su proceso de elaboración se le agrega un tinte vegetal natural, el roucou. Su sabor depende de qué tan maduro esté, hay opciones desde tres meses y hasta 18 meses de maduración. Destaca acompañado de nueces y avellanas.
Charcutería ideal para el pícnic francés
Paté de Campagne: Su nombre refiere a una pasta untuosa producida en el campo. Está hecho de carne de cerdo, hígado de cerdo o de ave y tocino; todo se fusiona en una pasta suave fácil de acompañar con galletas o un trozo de baguette elaborado con masa madre.
Saucisson Sec: Le llaman “el rey de los embutidos franceses”, es una salchicha curada, su textura y sabor son parecidos al salami. Este salchichón también adquiere un toque especial con las hierbas que se le incluyen como las de provenzales o la pimienta negra. Maridaje probado, acompáñalo con queso de cabra.
Rosette de Lyon: Para quienes busquen un sabor más robusto, que llena el paladar por sí mismo, está la salchicha curada de la región de Lyon. Acompáñala con pepinillos en vinagre y un poco de mantequilla francesa.
¿Qué vino francés llevar a un pícnic?
La respuesta es simple: un rosado provenzal. Por su frescura y acidez equilibrada, estos vinos franceses son frecuentes en las tardes de pícnic. Se recomienda combinarlos con bocados ligeros y untuosos para propiciar un maridaje de contraste. Son ideales para los días de calor.
La vasta cultura culinaria francesa ofrece preparaciones de todo tipo, aquí presentamos opciones de recetas que podrías disfrutar si tienes un poco más de tiempo para cocinar. Conócelas.
