Borgoña PDO
Bourgogne Franche-Comté
En esta región vinícola que abarca 240 km al norte de Lyon y va desde Auxerre hasta Mâcon, hay nada más y nada menos que 84 DOC. Blancos y espumosos y también tintos y rosados elaborados principalmente con chardonnay y pinot noir respectivamente, cuya amplia diversidad demuestra la gran variedad que ofrecen los terruños de Borgoña...
Lo que hay que saber
Desde el siglo I, la viticultura está presente en la tierra de Borgoña. Los romanos ya producían en su época brebajes «condimentados» con hierbas, especias o incluso miel rebajados con agua. En el siglo XI es cuando los monjes formalizaron aún más el trabajo de los viñedos y mejoraron de esta forma la calidad de los vinos que, gracias a que se elaboraban en el cruce de los grandes ejes de comunicación del país y más tarde, a la influencia de los Duques de Borgoña, se fueron extendiendo poco a poco por toda Francia y fuera de sus fronteras. ¿En qué se traduce todo esto? En 1936 se obtiene la primera DOC de Borgoña. Actualmente, la región vinícola, constituida principalmente por chardonnay (49 %) y pinot noir (40 %), cuenta con 84 denominaciones. Estas denominaciones se clasifican en tres niveles: regionales; locales, aquellas vinculadas a un municipio concreto, y por último, grand crus, reservadas a terruños excepcionales. Una profusión consecuencia de la diversidad extrema de las condiciones naturales que ofrece la Borgoña, entre distintos tipos de climatología, varias exposiciones y un gran número de tipos de suelo. El resultado son unos vinos mayoritariamente varietales: blancos (61 %), tintos o rosados (28 %) o incluso espumosos, los famosos crémant de Borgoña (11 %). ¡Seguro que encuentras el tuyo!
Características
Aroma
Color
Paladar
Nota de la redacción
Cómo se utiliza
Storage
De 2 a 4 años en las denominaciones regionales, entre 5 y 8 años para las locales y más de 10 en el caso de los grands crus, incluso 50 en el caso de añadas excepcionales.
Best enjoyed
La DOC Borgoña, que demuestra su riqueza con sus más de 1001 tonalidades y opciones en blanco, tinto, rosado y espumoso, es ideal para aperitivos, cenas o una comida rápida o más elaborada, con amigos, en familia, en pareja...
Para ser emparejado con
Por lo general, los blancos van perfectos con los mariscos de concha y crustáceos, quenelles (una especie de croqueta), caracoles de Borgoña, jamón con perejil, mollejas de ternera a la crema, aves de corral de Bresse... En el caso de los tintos, maridan genial con las pintadas, codorniz con pasas o entrecot de ternera a la parrilla...