Tras esta indicación geográfica protegida (IGP) se esconden las primeras fresas francesas de la temporada cultivadas en suelo. Ya pertenezcan a la variedad Gariguette o Ciflorette, se pueden adquirir en las tiendas desde el mes de marzo.
Lo que hay que saber
Entre Provenza y Camarga. Es precisamente en la meseta de Costières-de-Nîmes donde se cultivan las fresas del mismo nombre. De acuerdo con la IGP, obtenida en 2013, solo se autorizan dos variedades: la Gariguette, más bien fina y de un hermoso color rojo bermellón, y la Ciflorette, de forma muy alargada y con un tono que va del anaranjado al rojo ladrillo. A poca distancia de Nimes, se cultivan ambas variedades, tanto en suelo como en invernadero, con el fin de sacar el máximo provecho de unas condiciones climáticas especiales: un invierno frío y una primavera temprana, con viento y episodios de lluvia muy concentrados, y mucho sol. Condiciones que favorecen cosechas tempranas, recogidas a mano, desde marzo hasta mediados de junio.
Características
Color
Al tacto
Paladar
Nutrición y propiedades
Al igual que sus hermanas, las fresas de Nimes tienen un alto contenido en vitamina C y fibra, que se concentra en sus diminutas semillas.
Nota de la redacción
Cómo se utiliza
Conservación de las Fresas de Nimes
Las fresas de Nimes se conservan un máximo de 2 días en la nevera.
Preparación de las Fresas de Nimes
Es fundamental lavar las fresas rápidamente con agua antes de degustarlas o prepararlas.
Uso de las Fresas de Nimes
Aparte del tradicional fraisier francés (tarta de fresas), las fresas de Nimes son la base de numerosas recetas: tartas, tartaletas, coulis, mermeladas, sorbetes, batidos, soufflés, mousses, etc.
Para ser emparejado con
Con menta, pistachos, pimienta, vainilla, nata montada, chocolate… Si las vas a acompañar con vino, ¿por qué no optar por un rosado de Riceys?