Corbières DOP

La vid, plantada por los griegos y desarrollada por los romanos, está presente en la región desde el siglo II antes de Cristo. Tras el fin de la Pax Romana, la sucesión de invasores destruyó la vid, que solo volvió a desarrollarse en la Edad Media bajo el impulso de los monjes y las abadías. Una vez más, las guerras afectaron a la industria vitivinícola, que no se recuperó hasta el siglo XVIII gracias a la construcción del Canal du Midi, el cual favoreció los intercambios comerciales. En el siglo XIX, los olivares dañados por las heladas liberaron tierras y, a principios del siglo XX, los productores comenzaron a organizarse en sindicatos en pro de la protección de la zona vitivinícola.  

En 1985, los vinos de Corbières recibieron una AOC que se desarrolla en un mosaico de suelos muy diversos (esquisto, arenisca, caliza, marga, etc.) y se beneficia de un clima mediterráneo, matizado por una influencia oceánica al oeste. La tramontana, un fuerte viento local, seca las vides y evita las enfermedades. La denominación está segmentada en cuatro zonas características: Hautes-Corbières, Corbières-Méditerranée, Corbières-Central y Corbières d'Alaric. La AOC Corbières produce principalmente vinos tintos (85 %) así como rosados (12 %) y blancos(3 %). Es la cuarta denominación de origen francesa en términos de volumen (y la mayor del Languedoc). 

Las principales variedades de uva para los tintos son: cariñena (la variedad de uva de los corbières, que les confiere su tipicidad por su estructura y su potencia tánica), la garnacha negra, la lledoner pelut, la mourvèdre y la syrah. Para el rosado, la cariñena, la cinsaut, la garnacha negra, la lledoner pelut, la mourvèdre, la piquepoul noir y la syrah. Para el blanco: bourboulenc, garnacha blanca, viura, marsanne, roussanne y vermentino.